Como te puedo ayudar?

Quiero ayudarte a que te ayudes a ti mismo, sin fomentar una relación de dependencia, si no ofreciéndote las técnicas para que sepas resolver las situaciones que nos pueden llegar a desbordar en la vida.

Parto de la base de que, no son las circunstancias , si no lo que nos decimos ante ellas, lo que nos afecta. Las situaciones nos influyen, pero no determinan nuestras reacciones. Una misma circunstancia vivida por personas distintas tiene una afectación totalmente dispar de una a otra.
Por tanto, puedo enseñarte a pensar de un modo más adaptativo y a tener herramientas para afrontar los hechos que alteran nuestro equilibrio.  Continuar leyendo.

Sobre mí

Apuesto ante todo por la relación terapéutica, basada en la escucha activa, para desarrollar el acompañamiento con un enfoque integral. Puedo ayudarte durante un tiempo a que te ayudes toda la vida. Trato de dar herramientas que puedas emplear para alcanzar tus objetivos. Mediante el autoconocimiento, técnicas cognitivo-conductuales, técnicas de relajación, y corporales dirijo la terapia. Defiendo la capacidad de las personas de transformarse a sí mismas, y creo que la labor del psicólogo es guiarles en los momentos en qué por sí solos no logran alcanzar el cambio.
Amo y creo en lo que hago, y disfruto enseñando herramientas para que creas en tí. Continua leyendo

Cuando es adecuada la terapia a distancia?

manos enlazados reseñas

* Cuando sea difícil el desplazamiento hasta la consulta, por problemas de movilidad o de lejanía, será adecuada la consulta online.

* Por otra parte puede ser favorable optar por la consulta online cuando por cuestiones horarias resulte un problema la terapia presencial.

* Puede haber personas que se sientan más cómodas, por problemas de tímidez, tener las sesiones a distancia Continua leyendo.

Opiniones

5,0
Valorado con 5,0 de 5
5,0 de 5 estrellas (basado en 11 reseñas)
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Super be

Valorado con 5,0 de 5

La veritat és que és molt simpàtica i ha connectat amb la meva filla. Professional i puntual. Molt contentes!!

Alba

Empatía y confianza

Valorado con 5,0 de 5

Con la empatía por bandera y las herramientas que te da, Susana logra que sientas la confianza y complicidad necesaria para alcanzar la ayuda que necesitas.

Gran profesional a la que estoy muy agradecido.

Fran

Los últimos Posts

junio 6, 2020Todos los psicólogos hemos oído en “alguna” ocasión la exclamación, yo no estoy loco! Yo no necesito ayuda! Y sabemos qué, ante esa actitud poco hay que hacer… Puede ser que hayas aprendido a gestionar tus emociones, a reestructurar tus pensamientos poco adaptativos, por ti solo; o bien que seas uno de los afortunados que han tenido modelos de referencia adecuados para lograr la estabilidad emocional. Pero si no, es muy probable que en algún momento la vulnerabilidad te juegue malas pasadas, enfadada porque no la dejas ser ella misma. Bien mirado, nuestra vulnerabilidad, entendida cómo la capacidad de sentir, aún a riesgo de exponerse a emociones difíciles, es un pequeño tesoro. Nos puede aportar mucha información, indica qué nos daña, y si sabemos escucharla , decirnos porqué nos hiere una determinada circunstancia. Es una perla, que se ha formado a base de granitos de arena y otras sustancias indeseables, generando a partir de defensas, un precioso tejido cicatrizal. La psicología puede ayudar a conocer que nos indica la vulnerabilidad, a gestionar las emociones que de ella se generan, a reestructurar los pensamientos no adaptativos al respecto, a modificar conductas y a regular el cuerpo. Hay muchas técnicas para llegar al objetivo de convertir la vulnerabilidad en una fortaleza, y no en una debilidad. Es posible qué al sentirnos vulnerables, levantemos muros de contingencia que, interpretamos, nos protegen pero en realidad nos hacen más frágiles, nos impiden pedir ayuda y por tanto fortalecernos. Cuando un estímulo esté a punto de hacer saltar nuestras defensas, podemos preguntarnos ¿puedo hacer esto qué siento cómo un ataque me de información para conocerme mejor? ¿haré con ello una bella cicatriz cómo la concha y la perla, o acumularé dolor y resentimiento? [...] Read more...
junio 8, 2020Durante el confinamiento todos hemos vivido emociones parecidas en mayor o menor grado, miedo, preocupación, ansiedad…algunas personas han aprovechado estas semanas para alcanzar un nivel más profundo de introspección, otras se han refugiado en el recurso del humor, algunos han sentido la tristeza muy cercana… A medida que se iba avanzando hacia eso que han venido a llamar la “nueva normalidad” creo que la incertidumbre se ha convertido en la reina de las emociones, está asociada a otras cómo desprotección, estupor, es la duda que genera inseguridad y qué puede dificultar la toma de decisiones. En esas estamos. Esta pandemia afecta a todos los ámbitos, a nivel mundial, desde la salud a la economía, pasando por las relaciones familiares, la incertidumbre nos puede invadir cuando miramos al futuro. Y esto tiene doble vertiente, por una parte, en función de la gestión emocional que hagamos, podemos desarrollar ciertos trastornos psicológicos, cómo la depresión y la ansiedad, o bien, utilizar la incertidumbre cómo elementos motivador y generador de cambios. La terapia psicológica ofrece herramientas en un sentido y en otro. En el primer caso ayudando a reducir los síntomas del malestar psicológico, en el segundo con técnicas que fomenten el progreso desde el interior. La incertidumbre puede ser indicador del exceso de control que deseamos tener sobre cosas que escapan a nuestras capacidades. Es un buen momento para pararse a pensar, ¿hasta qué punto estoy sobreestimando mi poder para incidir en cómo suceden las cosas? y sin embargo, ¿hasta qué punto estoy eludiendo mirar hacia dentro y cambiar lo que sí, está en mis manos? [...] Read more...
octubre 30, 2020La espontaneidad es la habilidad de ser natural, de estar libre de condicionantes externos, se trata de la capacidad de actuar, en base a criterios propios, no mediada por normas sociales establecidas. Está relacionada con las habilidades sociales, con la creatividad, con la flexibilidad mental, con la autoestima, y con el equilibrio resultante de la correcta gestión emocional. Por tanto, es fácil intuir que, estamos ante un constructo que bien desarrollado, nos va a aportar muchas ventajas, en definitiva, va a mejorar nuestra calidad de vida. El psicólogo Abraham Maslow con su pirámide o jerarquía de las necesidades humanas, ya en 1943, habló de la creatividad y de la espontaneidad cómo algunas de las características que posee la persona autorrealizada, es decir en la cúspide de su desarrollo. Por contra, la falta de espontaneidad , la reiteración de rutinas, el acartonamiento de los quehaceres diarios, el no realizar actividades creativas, puede llevar a la persona, a una sensación de carencia de sentido de la vida, a verse desorientada, sin objetivos. ¿Qué puede hacer la psicología? Yo diría, que es contradictorio e incluso, contraproducente, intentar aumentar la espontaneidad en sí misma, está en su naturaleza surgir a medida que nos enfocamos en mejorar otros aspectos . En terapia, cuando trabajamos la autoestima, el autocuidado, el manejo de las emociones, y empleamos técnicas cómo la reestructuración cognitiva para disminuir la rigidez mental, la espontaneidad tiende a crecer. Ésta mana del bienestar emocional, es una consecuencia de él. Estamos viviendo un momento en que, el control de las medidas restrictivas para contener el Covid 19, genera mucha tensión a nivel individual y social. Es por ello que resulta necesario en muchos casos, acudir a terapia de la mano de un psicólogo que sepa guiarnos para acrecentar la espontaneidad y contrarrestar el encorsetamiento de la situación actual. Parece evidente lo ventajoso que puede resultar fomentar la capacidad que nos ocupa, ahora bien, nada en exceso es beneficioso. Llevado al extremo, puede llevarnos a un problema con la responsabilidad, una regresión a etapas infantiles. Liberemos también del ” tú todo lo puedes” que tan en boga está. No, aunque te empeñes, no vas a poder volar aleteando con tus brazos, pero sí, vas a poder buscar medios externos para hacerlo, o bien, saber gestionar la frustración que te genere no poder hacerlo por ti mismo. Y tú, ¿cuánto hace que no bailas de forma natural, que no abrazas de forma inesperada, que no entablas una conversación con un desconocido? [...] Read more...
junio 8, 2020Estos han sido días de reflexión, y algunos hemos estado en nuestra salsa! Una de las circunstancias más llamativas de entre todas las que se han podido analizar, es la de las manifestaciones del miedo en todas sus facetas. Hoy quiero hablaros de eso, el miedo, una emoción básica que desencadena conductas con el objetivo de salvaguardarnos.  A veces de forma funcional, ante un peligro real, otras de forma disfuncional. Para empezar, voy a lavarle un poco la cara a esta emoción, a veces tan denostada. Podemos leer a diario decenas de artículos animándonos a salir de la zona de confort, a ser valientes, a lanzarnos a mil aventuras… Pero el miedo cumple una función adaptativa. Os imagináis una vida sin miedo? Tiene una parte muy atractiva, novedad, adrenalina…pero también una parte de peligros innecesarios. El quid de la cuestión es el discernimiento, una vez más la autoobservación, para llegar a vislumbrar, hasta qué punto, en cada situación en la que siento miedo, estoy construyendo protección, autocuidado, o bien es un miedo irracional y paralizante. La psicología ofrece numerosas técnicas que nos ayudan a llegar a conclusiones en ese sentido, y así, llegar o bien a la evitación del estímulo amenazante, o por el contrario, enfocarse en conocer de dónde surge esa emoción si no es adaptativa. Puede darse la circunstancia de que, a partir de un miedo adaptativo y funcional, se desarrollen actitudes extremas no saludables. Esto se ha podido observar durante el desarrollo de la pandemia Covid-19. Las precauciones en principio necesarias, pasan en muchas personas a pensamientos obsesivos, conductas evitativas y cuadros de ansiedad cuando no puede darse la evitación. Es aquí dónde creo, estaría bien preguntarse, ¿ lo qué pretendo sea un beneficio, acaba siendo un mayor problema que aquello que quiero evitar?  Aunque admito riesgo real ¿deseo asumirlo porque creo mayor la ganancia que la pérdida? [...] Read more...
octubre 20, 2020En los últimos años, afortunadamente, hemos dejado de oír y leer tantas veces la palabra control, de los impulsos, de la ira..para recibir en muchas más ocasiones el término gestión. Digo afortunadamente, puesto que en mi opinión, el paso de un concepto a otro conlleva un cambio sustancial. En la actualidad se habla mucho de gestión, emocional principalmente. Esta substitución léxica implica muchas modificaciones en el modo de interpretar la psicología, actos , pensamientos y emociones. Es cómo si, sólo por nombrar la palabra gestión en lugar de control, hubiéramos bajado un poco el fuego de la olla a presión. También cuando se hace referencia al manejo de las emociones, la persona puede sentir que tiene las habilidades suficientes para emplear la información que nos aporta la emoción, sin necesidad de coartarla. La gestión implica administración y dirección. El control es una forma de fiscalización. Todas las emociones son necesarias. Cuando nos referimos, por ejemplo, a control de la ira, es fácil relacionarla con una emoción negativa, que hay que mantener tapada, escondida, o mejor simplemente, no sentirla. En estos casos, suele aparecer en forma de otra emoción más permitida en nuestro entorno, o bien con algún síntoma somático, es decir el cuerpo expresa lo que callamos. Sin embargo, si trabajamos en la gestión de esa ira, podemos sentir que la rabia es, cómo el resto de emociones, necesaria e indicadora de qué algo hay que observar, ¿qué me está provocando ese enfado? ¿me recuerda a situaciones pasadas? éstas y otras preguntas pueden darnos mucha información sobre nosotros mismos, es decir autoconocimento. Podemos aplicarlo a otras emociones cómo el miedo o la tristeza, y a subtipos cómo asco, vergüenza..De la mano de un psicólogo, podemos encontrar varias herramientas para entender, canalizar, aceptar, transformar, la rabia, o la emoción que, mal gestionada, está mermando nuestra calidad de vida. La psicología ofrece estrategias para facilitar el proceso de gestión emocional para que, en épocas cómo la actual , seamos capaces de regular lo que sentimos y por ende, nuestra vida. Y tú, qué prefieres controlar o gestionar? [...] Read more...
junio 12, 2020En no pocas ocasiones me he sentido incómoda al decir cliente para referirme a las personas que acuden a mi consulta, pero ahora os explicaré porqué aún mayor es mi reticencia a nombrarlos pacientes. Tiene mucho qué ver con cómo concibo la psicología, no es algo baladí.. Si vamos al origen etimológico de ambas palabras, paciente proviene de término patiens, que significa sufriente, en este sentido podríamos admitir que, ciertamente la persona que asiste a terapia suele sentir algún tipo de dolor emocional, por tanto sufre. Pero la palabra sugiere a una persona pasiva, que espera a qué otra persona, en este caso el psicólogo, le resuelva su malestar. Es ahí dónde me resisto fuertemente, puesto que tengo la idea de la psicología cómo un proceso activo bilateral, hay una implicación tanto por parte del psicólogo cómo por parte del cliente. Tan importante es la actitud participativa del profesional cómo de la persona que solicita ayuda. La motivación para el cambio del cliente, será clave para el desarrollo de la terapia. En el concepto médico, el paciente se somete a un tratamiento , y el resultado dependerá fundamentalmente de la elección por parte del facultativo del método de curación. En la terapia psicológica la persona forma parte activa de procedimiento, se establece una relación colaborativa, en la que si bien el terapeuta aporta sus conocimientos y su experiencia, el cliente pone de su parte con su actitud . Se trata de un tándem, el psicólogo va delante dirigiendo al cliente que con su pedaleo obtiene la mejora deseada. La resistencia a la qué aludía en un inicio tiene que ver con la connotación económica y ligada al mundo de los negocios, de la palabra cliente. No me gusta asociar a las personas que solicitan una guía en sus problemas emocionales con la idea de ganancia económica, aunque evidentemente haya una contraprestación. Pero si buscamos el origen latino de la palabra cliente encontramos que significa protegido, me parece muy gráfica la descripción, definitivamente me quedo con mis clientes! Y tú qué prefieres ser cliente o paciente? [...] Read more...
julio 10, 2020“Inesperado, angustioso, completamente impredecible, nunca pensamos que viviríamos algo así”. Estas son algunas de las palabras que más se repiten cuando les pregunto a mis compañeros que han sentido estos meses. Mi nombre es Lucía y trabajo en el hospital de Torrejón. Cuando comencé a estudiar enfermería, sabía que me enfrentaría en muchas ocasiones a situaciones duras y delicadas con las que tendría que aprender a lidiar si no quería que mi salud mental se viera dañada en pocos años. Acabé trabajando en el servicio de diálisis, con pacientes crónicos, que pasan allí gran parte de su tiempo, quizá por eso me di cuenta muy pronto de lo importante que es cuidarnos por “dentro” tanto como por fuera. A finales del mes de febrero supimos que lo que venía no iba a ser fácil, y a medida que pasaban los días y la situación se complicaba la necesidad de apoyo era más evidente. Fueron días muy complicados, siempre alerta, con cambios cada día, cada hora. Resiliencia… que palabra tan poco conocida para mí y que necesaria en estos días. La capacidad de adaptarnos a nuevas situaciones, a nuevos protocolos era agotadora. Físicamente fue complicado, pero me atrevería a decir que mentalmente era insoportable. Una mañana al salir de trabajar, vi que en la sala de al lado habían habilitado una consulta de apoyo psicológico. A los que ya habíamos tenido algún contacto con estos profesionales en algún momento de nuestra vida, nos pareció una gran idea. Al principio escuchábamos como algunos comentaban con cierta duda la posibilidad de acercarse al acabar el turno, pero a medida que pasaban los días, un sinfín de compañeros atravesaron aquellas puertas, y no una, sino varias veces. Hicimos terapia de grupo, talleres, trabajo individual. Estoy segura de que sin el apoyo del gabinete de psicólogos y psiquiatras no hubiéramos logrado sacar esta situación adelante. Mucho se habla de los héroes de esta pandemia, somos muchos los que hemos luchado en ella, mi situación por suerte fue mucho más fácil que la de otros y aun así necesité ayuda psicológica varias veces. A la pregunta escéptica de muchos sobre sirvió de algo … SI, por supuesto que sirvió, absolutamente SI fue necesario, y me alegra ver como muchos de mis compañeros a día de hoy siguen buscando el soporte psicológico, no solo para lidiar con las consecuencias de esta situación, si no como parte de una rutina saludable más en su día a día. Empecé este texto escribiendo palabras que describían los sentimientos que nos pasaron por la cabeza y por la tripa a muchos de nosotros estos meses, pero quiero acabarlo con otras muchas que también se repetían, empatía, compañerismo, esperanza, abrazo, aliento… es necesario asumir que todas forman parte de esta historia y que gracias al papel crucial de todos los psicólogos que nos ayudaron, fuimos capaces de aceptarlas en su conjunto. Un psicólogo no va a hacer que desaparezca el miedo, la incertidumbre o el desconcierto, pero si será capaz de hacer que lo gestiones de tal modo que no te paralice en tu día a día. Será capaz de hacerte ver que hasta en la situación más negativa, está en nuestra mano darle la vuelta y continuar, porque al fin y al cabo, la vida es un 10% lo que sucede y un 90% como reaccionas ante ello. Así que, quizá deberíamos preguntarnos… ¿son realmente necesarios los psicólogos en nuestro día a día o solo en los momentos en que nos sentimos sobrepasados?, ¿deberíamos darle la misma importancia al cuidado de nuestra mente como al de nuestro cuerpo? [...] Read more...